el siglo de las luces o el siglo dieciocho se caracterizó por el
surgimiento de una corriente de pensamiento basada en el uso de la
razón. Durante éste, se cuestionan tanto las ideas y tradiciones de la
como el gobierno de la (antiguo régimen o monarquía absolutista) época.
Asimismo, se oponen a la Iglesia pues ésta influía enormemente en todos
los aspectos de la vida cotidiana. El libro en el que se plasmaron todas
sus ideas fue la Enciclopedia de Diderot y D' Alembert y entre los
principales representantes encontramos a John Locke, Rosseau, Voltaire y
Montesquieu.
Se llegó a asumir que mediante un uso juicioso de la
razón, un progreso ilimitado sería posible —progreso en conocimientos,
en logros técnicos y sus consecuencias
también en valores morales—.
De acuerdo con la filosofía de Locke, los autores del
siglo XVIII creían que el conocimiento no es innato, sino que procede sólo de
la experiencia y la observación guiadas por la razón. A través de una educación
apropiada, la humanidad podía ser modificada, cambiada su naturaleza para
mejorar.
Se otorgó un gran valor al descubrimiento de la
verdad a través de la observación de la naturaleza, más que mediante el
estudio de las fuentes autorizadas, como
Aristóteles y la Biblia. Aunque veían a la Iglesia —especialmente la
Iglesia católica— como la
principal fuerza que había esclavizado la inteligencia humana en el
pasado, la mayoría de los pensadores de la Ilustración no renunció del
todo a la religión. Optaron más por una forma de deísmo, aceptando la
existencia de Dios y de la otra vida, pero rechazando las complejidades
de la teología cristiana.
Observatorio en Madrid, de mediados del siglo XVIII
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Creían que las aspiraciones humanas no deberían
centrarse en la próxima vida, sino más bien en los medios para mejorar
las condiciones de la existencia terrena. La
felicidad mundana, por lo tanto, fue antepuesta a la salvación
religiosa. Nada se atacó con más intensidad y energía que la doctrina de
la Iglesia, con toda su historia, riqueza, poder político y supresión
del libre ejercicio de la razón.
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